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domingo, 22 de julio de 2012

El pescador


EL PESCADOR

El pescador solitario era un hombre de Dios. Un día tuvo la osadía de  pedir al Señor un signo de su presencia y compañía ; "Señor, hacedme ver que siempre estáis conmigo, concededme el don de experimental que me amáis y el gozo de saber que camináis a mi lado...".
Cuando reemprendió el camino que le conducía a su casa, observó, con asombro que a la vera misma de las pisadas de sus pies descalzos , había otras de bien visibles. "Mira, le dijo el Señor, aquí tienes la prueba de que camino a tu lado, estas pisadas tan cercanas a las tuyas, son las huellas de mis pies, tú no me has visto, pero yo caminaba muy cerca de ti". La alegría que tubo el pescador fue inmensa. 
Pero las cosas no siempre fueron así, vinieron días de tempestad y de frío, caminaba el pescador cabizbajo por la playa, cuando girándose, vio, que esta vez en la arena solo había las huellas de dos pies descalzos..."Señor habéis caminado conmigo cuando estaba contento y ahora que el cansancio y el desánimo me pueden, Me dejáis solo", ¿Donde estas ahora Señor? "Amigo mio, cuando estabas alegre, yo caminaba a tu lado, pudiste ver mis pisadas en la arena, ahora que estas cansado y abatido, he preferido llevarte yo mismo en los brazos. Las huellas que ves en la arena son las mías, hundidas por tu propio cansancio".
                                                                Anónimo


2 comentarios:

  1. Hace muchos años que conozco esta historia y siempre que la leo me conmueve. Besos

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  2. Que bonito relato, es precioso !!!!!!!!!!!!
    saludos

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