El Real Monasterio de Santa María de Guadalupe es un monasterio del s. XIV situado en la localidad española de Guadalupe, en la provincia de Cáceres. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1993. En su interior se aprecia el estilo gótico,
mudéjar, renacentista, barroco y neoclásico. Antes de la ampliación monástica, el santuario se mantuvo como priorato secular durante cuarenta y ocho años en los reinados de Alfonso XI de Castilla y Enrique II de Castilla, bajo patronato real y señorío civil. En 1389
pasó a ser monasterio, según una real provisión expedida por Juan I de Castilla. Sus nuevos moradores fueron los monjes de la Orden Jerónima, una comunidad de 32 miembros procedentes de San Bartolomé de Lupiana (Guadalajara). En 1835 tuvo lugar la
exclaustración, quedando la iglesia para uso de parroquia dependiente de Toledo. Años después se declaró al conjunto Monumento Nacional (1879). Alfonso XIII consignó una Real Orden para la entrega del santuario a los frailes franciscanos, con lo que
comenzó una nueva etapa. Pío XII, en 1955, encumbró el santuario a la condición de basílica. En su interior se custodia la imagen de la Virgen de Guadalupe (Extremadura, España), Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad. Los orígenes de la iglesia del
monasterio como santuario dedicado a la Virgen de Guadalupe tiene una estrecha relación con el reinado de Alfonso XI. Hubo un monje llamado Diego de Écija que escribió una crónica del monasterio entre los años 1467-1534 con el título de Libro de la invención de
esta Santa Imagen de Guadalupe y de la erección y fundación de este monasterio; y de algunas cosas particulares y vida de algunos religiosos de él. Según fray Diego, el origen fue una capilla o eremitorio que se levantó a raíz de la aparición de la imagen a un
pastor de nombre desconocido, en los albores del siglo XIV. Siglos después, en 1743, el monje llamado Francisco de San José puso nombre al pastor de la leyenda identificándolo con Gil Cordero de Santa María, uno de los primeros pobladores del lugar. Siguiendo la
narración del cronista, sobre el sitio del humilde eremitorio se levantó una iglesia pequeña en los primeros años del siglo XIV; fue el edificio que conoció el rey Alfonso XI en 1330 y que por entonces ya estaba ruinoso. El rey mandó agrandarlo y ampliarlo para que se
transformara en un templo digno de la devoción de la Virgen de Guadalupe, con el añadido de hospitales para los numerosos peregrinos que allí acudían. En seis años se hicieron las ampliaciones y arreglos oportunos bajo la supervisión de Toribio Fernández que
era el procurador del cardenal Pedro Gómez Barroso. Para su reconstrucción se aplicó el estilo mudéjar toledano. A raíz de la victoria obtenida en la batalla del Salado, el rey Alfonso XI visitó de nuevo el lugar para ofrecer a la Virgen de Guadalupe su
agradecimiento. Esta segunda visita tuvo una importante repercusión en el devenir del santuario. El rey hizo donación de varios trofeos obtenidos en la batalla y además dictó un real privilegio en 25 de diciembre de 1340 en el que se exponían dos peticiones a la
autoridad eclesiástica: la creación de un priorato secular y la declaración de patronato real. La respuesta no se hizo esperar y el 6 de enero de 1341, el obispo de Toledo Gil Álvarez de Albornoz redactó un documento por el que se instituía el priorato secular de
Santa María de Guadalupe y se reconocía el patronazgo en la figura del rey y de sus sucesores. A continuación el rey propuso como primer prior al cardenal de Curia y Corte Pedro Gómez Barroso, que fue también obispo de Cartagena en 1326. Este cardenal fue el
principal custodio del santuario. Por su intervención, Alfonso XI mandó que se establecieran los límites, en una carta escrita en Illescas en 1337. El siguiente paso fue el amojonamiento de la puebla y el santuario tras lo cual quedó Guadalupe independiente y
emancipada de Talavera de la Reina. Pedro Gómez Barroso murió en Aviñón en 1345 y el rey presentó a su sucesor Toribio Fernández de Mena; con este motivo hubo una confirmación de las concesiones de priorato y patronazgo expedida en el mes de agosto, firmada en el monasterio del Paular. En octubre el arzobispo Gil Álvarez de Albornoz ratificó la confirmación. En ese mismo año hubo otro acuerdo: Alfonso XI cambió sobre la puebla la condición de realengo por la de señorío civil, de manera que pasó a ser propiedad de la autoridad eclesiástica, es decir del prior secular. El prior Toribio murió en 1367 y fue enterrado en la iglesia de Guadalupe. Le sucedió Diego Fernández cuyo mandato coincidió con el reinado de Enrique II y de Juan I. A Diego Fernández le sucedió Juan Serrano en 1383, que fue el último de los priores seculares. A los seis años de su priorato, en
1389, hizo entrega del santuario a la orden jerónima y marchó a ocupar su nuevo puesto como obispo de Segovia. Durante estos 48 años de priorato secular, el santuario creció en importancia,
especialmente por la devoción a la Virgen de Guadalupe muy extendida por todo el reino. Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio, les ruego me lo hagan saber y serán retiradas de inmediato. Gracias.
Guadalupe, mi eterna visita siempre postergada.
ResponderEliminarY no será por cercanía.
Gracias por el recordatorio :)
Abrazo, Conchi.
Anímate para visitarlo Verónica. Gracias por tu paso.
EliminarBesos.
Hola Conchi...
ResponderEliminarSigues con tu maravillosa lección de historia!
Conozco Guadalupe y su Monasterio. En realidad es algo que nos sorprende. Me gustó mucho.
Tus palabras y tus imágenes me recordaron un viaje que hice hace muchos años!
Gracias por compartir. Deseo que tengas un buen domingo.
Un abrazo!
Me alegra que lo conozcas Albino pues visitarlo en persona es mucho mejor que en fotos. Gracias.
EliminarBesos.
Qué maravilloso lugar, Conchi, y qué interesante su historia, un abrazo!
ResponderEliminarYo estoy deseando de conocerlo in situ María Cristina. Gracias por venir.
EliminarAbrazos.
Un lugar cargado de historia.
ResponderEliminarAbrazos.
Así es amigo. Gracias.
EliminarUn beso.
Es una maravilla, lo vi a los 16 años, y ahora, al ver tu post me entran ganas de revivir esa magnífica obra.
ResponderEliminarUn abrazo, y gracias, por compartir
Revivir este lugar será una delicia para ti Albada, no te prives. Gracias por venir.
EliminarAbrazos.
Hola Conchi, hace años estuve por Extremadura y una de las visitas fue a este maravilloso monasterio, mira que es bonito,a mi me encanto, ese patio tan bonito, la capilla que cuando la vi me recordo a la Capilla Sixtina, sali encantada de lo bonito que era todo.
ResponderEliminarBesos.
Que bien Piruja, yo lo tengo pendiente. Gracias por dejar tu huella.
EliminarAbrazos.
Hace un mes lo viosité por tercera vez; siempre ves algo nuevo. Es una joya arquitectónica.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pini, cuando hay tanto para ver, casi siempre se nos pasa algún detalle. Gracias.
EliminarBesos.
Gracias,cariños.
ResponderEliminarA ti por venir Fiaris.
EliminarAbrazos.
Magnífico, Conchi, tus artículos son verdaderos paisajes de nuestra historia, de nuestro patrimonio monumental. No he estado nunca ahí, ni creo que jamás pueda ir, ya, por mi escasa movilidad, pero viéndolo aquí, me ayuda a seguir soñando.
ResponderEliminarUn abrazo muy fuerte.
Gracias por tus palabras Enrique. Aunque sea virtualmente está bien conocerlo.
EliminarAbrazos.
Lo conozco muy bien, pero aún así tengo ganas de volver a verlo. Un abrazo Conchi.
ResponderEliminarSuerte que tienes de conocerlo Teresa. Gracias.
EliminarBesos.
Me ha gustado mucho esta entrada , se ven espectaculares esas imágenes
ResponderEliminarque bien lo conservan todo y demás reliquias del período gótico digno de seguir viendo y admirando. Demás si es relacionado a la Virgen de Guadalupe una maravilla.
Abrazo.
Me alegra que te haya gustado. Gracias por dejar tu impronta Meulen.
EliminarBesos.
No conozco el Monasterio, pero me ha hecho gran ilusión descubrir a través de ti, es una preciosidad, todo su conjunto. No me importaría de visitar. Gracias por tan bellísimas imágenes y la información tan valiosa.
ResponderEliminarUn abrazo, Conchi.
Aprovecha el buen tiempo para visitarlo Mila. Gracias por pasar.
EliminarBesos.
Es un privilegio apreciar la hermosura y conservación de sitios sagrados como los de tu post. Gracias Conchi por compartir. Un abrazo grande.
ResponderEliminarAsí es Ceciely, si lo podemos contemplar en persona aún mejor. Gracias por pasar.
EliminarUn abrazo.
Como acostumbras Conchi, nos dejas una muy bella historia e ilustrativa.
ResponderEliminarBesicos muchos-
Gracias por tu visita y palabras.
EliminarAbrazos.
Me ha gustado tu texto, documentado y claro como siempre.
ResponderEliminarHa sido un recuerdo de cuando estuve allí con poco más de 20 años, y donde vi por primera vez lo auténtico de quienes creen a fondo en una religión. Muchos peregrinos llegaban de rodillas después de recorrer largas distancias. Impresionante.
Un abrazo, Conchi.
Gracias por dejar tu huella Ana Mª.
EliminarBesos.
Un lugar que me gustaría conocer.
ResponderEliminarSaludos.
Pues no esperes Tomás, nos podrás traer muy buenas fotos. Gracias.
EliminarSaluditos.
Hola, Conchi.
ResponderEliminarNo conozco nada de Extremadura ni del monasterio de la virgen Guadalupe, pues vinieron enfermedades que no pude viajar más, así que me conformo con escucharlo lo que tu pones y te doy las gracias por ello.
Un fuerte abrazo y cuídate mucho.
Gracias a ti por venir Piedad. Cuídate.
EliminarAbrazos.
Cuántas joyas arquitectónicas alberga nuestra geografía. Gracias, Conchi, por tan estupendo reportaje. Un abrazo
ResponderEliminarEs una maravilla total este monasterio.Besicos
ResponderEliminarAsí es querida Charo. Gracias por venir.
EliminarAbrazos.
Hola Conchi, que belleza de post, leerte y contemplar estas bellas imágenes es viajar contigo, como siempre ha sido un gran placer visitarte. Un enorme abrazo y buen comienzo de semana!
ResponderEliminarHola Enca, aunque sea virtualmente siempre es bueno viajar. Gracias.
EliminarBesos.
Es una maravilla y tu documentación impecable. Muchas gracias por compartir, Conchi.
ResponderEliminar👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼👏🏼
Encantada de compartir con todos vosotros Galilea. Gracias por tu paso.
EliminarUn abrazo.
Es sencillamente espectacular Conchi, lo he visitado y no tengo inconveniente en volver y visitarlo nuevamente.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Yo aún no tengo la suerte de conocerlo José Antonio, pero no pierdo la esperanza de hacerlo. Gracias.
EliminarUn beso.
Hace muchos años que estuvimos allí y me encantaría volver. Todo es proponérselo...
ResponderEliminarUna curiosidad: a los pies del retablo mayor se encuentra una lápida en la que se dice que está allí enterrado el corazón del X duque de Béjar, muerto en Buda (Hungría) en 1686.
Un saludo
Como no he tenido la suerte de visitar Guadalupe no sabía de este detalle. Gracias.
EliminarSaluditos.
Hola, Conchi. Magnífico reportaje. En 1993 o 1994 estuve allí con otros poetas presentando el Cuaderno de Roldán dedicado a Guadalupe. Pernoctamos en su hospedería. Precioso lugar. Abrazos.
ResponderEliminarTodo un lujo que pernoctar en su hospedería María José. Gracias por tu paso.
EliminarAbrazos.
Un lugar idílico, cargado de arte y de historia que he visitado varias veces. La última fue durante una alerta por nieve que nos pilló allí, y todavía recuerdo adelantar el regreso después de haber limpiado el coche de una buena capa de nieve. Me encantaría volver más veces.
ResponderEliminarPues no te prives de hacerlo Tawaki ¡Ánimo!. Gracias.
EliminarSaluditos.
Es un lugar apabullante, mira que es precioso en fotos, pero también en la realidad, ahora sé algo más de su Historia . Gracias por hacer que estos monumentos bellos lo sean más con tus estupendas crónicas y la elección tan cuidada y acertada que haces de las imágenes. Un placer venir por aquí. Abrazos, Conchi.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Tesa.
EliminarBesos
Yo tengo una fascinación especial por los monasterios y por las iglesias, su arquitectura, sus mensajes ocultos... tantas cosas. Precioso lo que nos cuentas y las imágenes. Siempre es un placer venir a visitarte. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Luján! Coincidimos en gustos. Gracias por tu visita. Cuídate.
EliminarAbrazos.
Soy Luján Fraix. Tuve que cerrar el perfil por un problema. Un abrazo.
ResponderEliminarNo te preocupes Luján, siempre paso por tu espacio y si está cerrado vuelvo a la próxima..
EliminarBesos.
Momentos inolvidables se debe sentir despues de haber juntado tantas foos
ResponderEliminarGracias Conchi por estas entradas que me hacen recordar mi tierra guapa tierra. Precioso pueblo es. Lo recomiendo.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Gracias a ti por venir Laura. Feliz miércoles.
EliminarBesos
Mi comentario se ha borrado
ResponderEliminarMe fascinan tus fotos
Me alegra que te gusten Mucha.
EliminarUn abrazo.
¡Hola,Conchi!
ResponderEliminarGracias por mostrarnos este fascinante monasterio, no lo conocía y me ha encantado leerte.
Excelente entrada ;)
Un beso fuerte.
En España hay maravillas, castillos, puentes, catedrales y monasterios tan preciosos como este extremeño que estamos visitando. El único que tiene una vírgen de Guadalupe moreneta, ni siquiera la de México es así.
ResponderEliminarPues a ELLA le pido salud y suerte en tu compañía.
Algún día nos tomaremos ese café.
Querida Airblue, seguro que la Virgen de Guadalupe te tiene en cuenta. Ese café llegará algún día. Cuídate amiga.
EliminarUn fuerte abrazo.
Magnífica crónica sobre un claustro de gran belleza de estilos que no sólo hace historía, sino recordación arquitectónica. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarGracias por tu visita Carlos.
EliminarBesos.
Me es invitable relacionar elnombre de Guadalupe con México
ResponderEliminarEs normal que lo relaciones Alí. Gracias por venir.
EliminarUn abrazo.
Es espectacular y tus fotografías lo hacen más aún bello lugar, Gracias por comprtirlo, Besos
ResponderEliminarA ti por pasar Hanna.
EliminarAbrazos.
Hola, Conchi.
ResponderEliminarTus post siempre me hacen viajar con la imaginación y planear nuevos viajes para cuando tengo esos días libres. Mil gracias.
Un beso grande,
Espero que pronto puedas planear alguno de ellos. Gracias.
Eliminarabrazos.
Hola Conchi. Conozco muy bien el Monasterio de Guadalupe porque soy de Cáceres pero tu crónica me ha revelado datos que desconocía totalmente por lo que te estoy agradecido. Si unimos el interesante texto a las magníficas fotografías, se puede decir que te ha quedado una entrrada maravillosa como todas a las que ya nos tienes acostumbrados.
ResponderEliminarEn Extremadura, de vez en cuando se alzan algunas voces reivindicando la pertenencia del Monasterio a la Diócesis de Coria-Cáceres que ahora está ubicado dentro de la Diócesis de Toledo, como bien apuntas. Pero pertenezca a una diócesis o a otra, la belleza de este monumento es indiscutible.
Fuerte abrazo.
Tienes razón Joaquín, el monasterio siempre será una belleza. Gracias por tu paso.
EliminarAbrazos.
Wow Conci!! Es precioso, tanto por dentro como por fuera. A ver si puedo verlo algún día. Un beso
ResponderEliminar¡Claro que podrás hacerlo algún día Vicensi!. Gracias.
EliminarAbrazos.
Una visita pendiente de realizar.
ResponderEliminarPara mi gusto es más atractivo su estilo arquitectónico exterior y claustral, que el sobrecargado ornato interior tan barroco él. Por ello siempre quedará pendiente realizar más de una visita para descubrir algo nuevo en cada una de ellas.
Un abrazo.
¡Y tanto que si Francisco! Siempre se te pasan detalles. Gracias por tu visita.
EliminarBesos.
Quanta bellezza in questo viaggio attraverso l'arte....Un abbraccio Conchi
ResponderEliminarMe alegra que te haya gustado. Gracias.
EliminarBesos.
Bonitas fotografías de un monumento precioso, con una historia espectacular, que tan bien has narrado. He tenido la suerte de visitarlo y es imprescindible para los que les guste la historia y los viajes.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias por visitar mi espacio Ethan.
ResponderEliminarSaluditos
Hola, Conchi
ResponderEliminarHe pasado un buen rato “visitando” el Monasterio de santa María de Guadalupe: monumental y colmado de infinidad de historias.
Cordiales saludos, besos.
Gracias por venir a visitarlo Rud.
EliminarSaluditos.
Qué lindas fotografías. Me encanta "viajar" así.
ResponderEliminarSaludos
Y a mi que vengas para hacerlo Eugenia, gracias.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Conchi. Una entrada maravillosa. El monasterio de Guadalupe es digno de ser visitado, te lleva varias horas recorrerlo, pero la experiencia es fantástica. Está enclavado en tierra de monumentos y buena gastronomía.
ResponderEliminarFeliz domingo. Bstes.
Gracias por dejar tu huella en mi espacio Emma.
EliminarFeliz domingo también para ti.
Abrazos.
Magnifico reportaje fotografico de un lugar que conozco muy bien, que recuerdos, en este precioso y espectacular monasterio me casé hace ya unos pocos años y el reportaje de fotos me lo hicieron ahi, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarUn lugar encantador y con mucha historia, gracias por traerlo.
ResponderEliminarUn abrazo
Hermosos lugares, edificios y fotos!!
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