Muralla de Tarragona
Es la
construcción más antigua de la Tarraco romana. En un primer momento se trataba
de una simple empalizada de madera que tenía como misión proteger la guarnición
militar. La muralla romana se construyó a fines del siglo III a.C., aunque los
especialistas aún no se han puesto de acuerdo de si fue durante la segunda
guerra púnica o posteriormente. Se sabe que sufrió una ampliación a lo largo
del siglo II a.C., seguramente durante la formación de la ciudad romana de
Tarraco. De esta época se conservan tres torres originales: la de l'Arquebisbe,
la del Cabiscol y la de Minerva. En el 217 y el 197 a. C. fue ampliada y
fortalecida con un frontal de piedra de 6 metros y unos 4,5 metros de grosor,
con torres en los puntos débiles. Tenía una longitud hacia el siglo III a. C.
de unos 4 km. Sin embargo, en la actualidad sólo se conserva alrededor de 1 km
y una puerta adovelada original. Después de la invasión islámica, Tarraco
sufrió un despoblamiento paulatino y no fue hasta la ocupación de Ramón
Berenguer IV, en el siglo XII que la muralla fuese reutilizada y reparada.
Murallas de Toledo
Las murallas de Toledo son a partir de la época islámica cuando hay vestigios y documentación de su existencia. Su trazado fortificado coincide con el que se mantiene en la actualidad. Cuenta con todos los elementos que aseguraban entonces su defensa como torres, puertas (Cambrón, Bisagra, Valmardón, Alcantara, Alfonso VI...etc.) corachas, puentes y pequeños reductos fortificados de su entorno. Se observa aún hoy en día que el trazado de estas defensas se adecuaba al esquema hispano-musulmán con su alcazaba, medina y arrabales, cada uno de ellos con sus respectivos recintos amurallados. Se utiliza en la construcción de las murallas el aparejo islámico con sillares graníticos de dimensiones variables procedentes de construcciones anteriores (épocas romana y visigoda), además de otros elementos, fruto de las numerosas reparaciones que han experimentado las defensas posteriormente. Los lienzos están formados por doble paramento, rellenos de otras piezas de diferente tamaño trabados con argamasa de cal y arena. Sus torres tienen planta cuadrada o rectangular.
El recinto amurallado antes era estrecho y largo, debido a la orografía del terreno, se conserva en la actualidad bastante bien toda la parte occidental, con la Puerta del Pico a su extremo, que se reduce a un arco agudo de sillería y cubo pequeño a su izquierda; a lo largo de la banda meridional, queda otra puerta: la de San Pedro o San Antón, entrada muy usual en el Medievo. Hubo otra hasta fecha reciente, la de la Traición que fue indebidamente derribada para dar paso a la carretera de circunvalación, y aún en Barrioneila se conservaba hasta hace poco un postigo. Repoblada la villa por Alfonso VIII, en los finales del siglo XII, y alejado el peligro de la guerra hacia el sur, ordenó la ampliación de dichas defensas y dotó a la ciudad de una nueva cerca que, partiendo de la anterior, seguía un trazado similar, esto es, largo y estrecho, que cerraba en la llamada Puerta de la Villa (hoy de Ávila), que persistió hasta los años finales del siglo XIX y de la que se conservan fotografías. En ellas se observa la transformación o restauración de la puerta en el siglo XVI, ya en el periodo de señorío de los Zúñigas.
Muralla de Plasencia
La muralla de Plasencia es una cerca militar medieval, que rodea el casco histórico de la ciudad de Plasencia, situada en la provincia de Cáceres, comunidad autónoma de Extremadura, España. Fue construida a finales del siglo XII con fines defensivos, siendo su principal promotor Alfonso VIII de Castilla, quien en 1186 fundó la ciudad para defender tanto su frontera meridional con los territorios andalusíes como su frontera occidental con el reino de León. Aunque en los períodos del Renacimiento y Barroco se llevaron a cabo innovaciones artísticas en sus puertas de acceso, el resto de la muralla se conserva casi intacta desde sus orígenes, cercando todavía en la actualidad el acceso al recinto intramuros. El objetivo de Alfonso VIII era hacer de Plasencia una ciudad-fortaleza, capaz de hacer frente a musulmanes y leoneses. Por ello, la muralla consta de un doble sistema defensivo, con un paño alto, de gran grosor, y una barbacana exterior, más baja, separados entre sí por un foso. Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio, les ruego me lo hagan saber y serán retiradas de inmediato. Gracias.
No hay murallas como las de Tarragona...;)))))
ResponderEliminarBesos.
Gracias por pasar Alfred.
EliminarUn abrazo.
Qué magníficas construcciones, Conchi, gracias por contarnos su historia, un abrazo!
ResponderEliminarGracias a ti por venir a conocerlas María Cristina.
EliminarBesos.
Belas muralhas, Conchi. E como é bom conhecer a história de cada dessas muralhas pelo teu olhar!
ResponderEliminarBeijos,
Me alegra que te hayan gustado. Gracias.
EliminarUn abrazo.
Esos constructores sí que sabían hacer las cosas bien. Cuántos siglos y aquello como recién estrenado. Magnífica entrada.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Estoy de acuerdo contigo Sara. Gracias por tu visita.
EliminarBesos.
Solo conozco en persona las de Plasencia y Béjar además paseando por ellas, bien recuerdo los dos paños que nos muestras de ellas.
ResponderEliminarLa puerta de la muralla de Tarragona me recuerda a alguna de las de Lugo también romana.
Saludos.
Cuando tengas unos días para visitarlas hazlo Tomás, así nos traerás preciosas fotos.
EliminarSaluditos.
Una buena muestra de las muchas murallas que hay en España. No conozco ninguna
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Pini, Pienso que si las visitas te encantaran. Gracias.
EliminarBesos.
Hermosas todas las murallas y lo que cuentas de ellas. Me ha extrañado que no hayas puesto la de Ávila, la mejor conservada de España y seguramente de Europa, creo haber oído.
ResponderEliminarComo siempre un placer pasearme por tus entradas.
Un abrazo Conchi, y feliz domingo.
Hola Elda, si revisas mis entradas de murallas veras que en la primera que publiqué está la de Ávila. Gracias por pasar.
EliminarAbrazos y feliz semana.
Me encantan las informaciones que nos das. Cuando miro ciudades amuralladas, me parece estar viviendo en aquella época...quizás en otras vidas? Un abrazo grande Conchi y buena semana😘🌹
ResponderEliminarEs muy posible que así sea Ceciely. Gracias por dejar tu impronta.
EliminarUn abrazo.
Impresionantes Conchi, qué maravillas de la arquitectura. Besos preciosa 😘
ResponderEliminarYo también las veo así Margarita. Agradezco tu paso.
EliminarAbrazos.
Conozco de esas murallas, por mi ciudad natal, hay grandes fuertes españoles que desde antaño guardaron los lugares poblados en ese tiempo de ataques internos y externos...muchos de conservan hasta hoy día y son reliquias también, muy interesante reportaje.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre son de interés cultural e importantes en la historia. Gracias.
EliminarBesos.
Buenas tardes, Conchi.
ResponderEliminarMe encanta todo lo que cuentas sobre estas hermosas e historicas Murallas arquitectónicas. La de Tarragona es bien bonita. La he visto varias veces cuando visito la provincia. La Toledo me recuerda al Pueblo Medieval de Besalú, la de Béjar no la conozco tampoco, pero se ve muy bonita también en la fotografía. La de Plasencia me recuerda a la de Lugo, lo único que allí, sus arcos son redondos y esta tienen una pared con arcos cuadrados.
Un abrazo.
Mónica
Hola Mónica, las de Besalú con su puente son un encanto. Gracias por venir.
EliminarAbrazos.
Buen reportaje nos tres de distintas murallas. De estás solo conozco la de Toledo.
ResponderEliminarUn abrazo Conchi.
Ya tendrás tiempo en algún momento para conocer las que te faltan Rafaela. Gracias.
EliminarUn beso.
Conozco algunas, pero tus descripciones son propias de una gran aficionada si no profesional. Una maravilla.
ResponderEliminarHace pocos días comentaba con nuestro amigo Tomás el esfuerzo que haces y que él hace, para trasladarnos ese bello culto a nuestra historia, yo le llamo la historia de nuestra "piedra" y ante ello solo puedo decir: ¡¡¡Gracias!!!
Un abrazo muy fuerte, Conchi.
Gracias por tus palabras Enrique, comparto contigo mi admiración por las piedras.
EliminarAbrazos.
Hola Conchi, si pudiesen hablar estas murallas con los siglos que tienen, la de historias que nos contarían verdad?, que bonitas son todas, las únicas que he visto de las que nos muestras son las de Toledo, magnifica entrada.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias por tu comentario Piruja.
EliminarAbrazos.
No conozco muchas, la de Ávila ha sido la última. Burgos tiene una pequeñita en el casco histórico y dicen que en la noche se oyen los cascos de Babieca montado por el Cid.
ResponderEliminarUn abrazo Conchi.
Tendré que ir a Burgos y visitar su muralla de noche, igual tengo suerte y escucho los cascos de caballo de Cid Campeador. Gracias.
EliminarBesos.
Me falta por ver algunas Conchi. Un beso y feliz semana.
ResponderEliminarYa tendrás tiempo de visitarlas Vicensi. Gracias por tu paso.
EliminarAbrazos.
Que sorpresa Conchi.Buena reseña de la de Béjar. La puedes recorrer toda y subir hasta arriba ofrece muy buenas vistas de la ciudad.
ResponderEliminarDe estas también conozco la de Toledo y Plasencia . Me gusta verlas y pasear las que se pueden.
Un abrazo.
Me alegra que te hayan gustado Laura, gracias.
EliminarAbrazos.
Andaaaa. Ahí hay unas murallas que me suenan mucho: las de Béjar. La verdad es que tenemos suerte de que se hayan conservado tan bien por su parte occidental y mala porque se ha perdido más de la mitad de su circuito. En fin, que tenemos que estar orgullosos de que todavía podamos presumir de ellas. Un testimonio estupendo de nuestra época medieval.
ResponderEliminarUn beso
Las de Béjar no podían faltar Carmen. Gracias por tu visita.
EliminarAbrazos.
Conocí las murallas de Ávila, es mi apellido, me encantó ese paseo
ResponderEliminarUn abrazo
Encantada de que te haya gustado el paseo Eugenia. Gracias.
EliminarBesos.
¡Hola, Conchi!
ResponderEliminarConozco las murallas de Toledo, tomo nota de las otras para un próximo viaje a España ;)
Un gran abrazo.
Espero que puedas hacerlo pronto Mava. Gracias por tu visita.
EliminarBesos.
Qué buen reportaje de imágenes y su sensible información Saludos
ResponderEliminarGracias por tu paso José Ramón.
EliminarSaluditos
Me encantan las murallas. La mayoría parte de las que traes a cuento en este post maravillan. Que buenos arquitectos los que las diseñaron a pesar de su caŕacter defensivo de la ciudad. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarPues sí que perduran el los siglos Carlos. Gracias.
EliminarUn beso.
Interesante entrada,Conchi. Las murallas son pruebas vivas de nuestra historia y siempre digna de admiración por el enorme trabajo que debió de suponer el construirla.De las cuatro murallas que nos traes hoy, la que mejor conozco por cercanía es la de Plasencia y es, en efecto, un auténtico símbolo de la ciudad por su monumentalidad y su buena conservación.
ResponderEliminarUn abrazo
Teniendo en cuenta las herramientas que se utilizaban sí que era un trabajo inmenso. Gracias por tu visita Joaquín.
EliminarUn abrazo.
Que bello y admirable lugar 🤩
ResponderEliminarUn beso desde Plegarias en la Noche
Me alegra que te gusta Tiffany. Gracias.
EliminarAbrazos de Espíritu sin Nombre.
Las murallas encierran grandes historias épicas y acercarnos a ellas nos retrotrae a un pasado, seguramente glorioso pero también cruel, pues fueron testigo de muchas batallas sangrientas. Solo conozco las de Tarragona y Toledo, así que todavía me queda mucho por recorrer, ja, ja, ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues no lo dejes y ve preparando la maleta Josep. Gracias.
EliminarUn besos.
Interesante lo que cuentas sobre éstas murallas , en ellas se encierra el pasado de nuestra historia y eso las hace hermosas.
ResponderEliminarTengo oído hablar de las de Toledo , del resto desconocía su existencia. Por aquí tenemos más cerca las de Lugo que son una maravilla
Un abrazo Conchi
Puri
Hola Puri, tuve el placer de visitar las de Lugo y pasear por ellas hace un tiempo. Gracias.
EliminarBesos.
Hola Conchi.
ResponderEliminarExistem maravilhosas muralhas na Península Ibérica.
As muralhas que hoje apresentas, eu não conheço, mas pelas imagens e pela descrição que fazes devem ser belíssimas.!!
Grato por partilhares esta beleza!
Um abrazo!
Así es amigo Albino. Gracias por tu paso.
EliminarAbrazos.
La de Tarragona me impresionó.
ResponderEliminarPor supuesto, por cercanía, y porque es una ciudad que me fascina, las de Toledo la conozco mucho.
Me quedan las de Plasencia y Béjar.
Abrazo, Conchi.
Las dos que te quedan puedes conocerlas en algunas vacaciones que realices. Gracias.
EliminarUn abrazo..
Una colección impresionante.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias Amapola.
EliminarAbrazos.
La muralla de Plasencia me recordó a la de Jerusalem, casi el mismo diseno
ResponderEliminarLa de Plasencia no la conozco pero si la de Jerusalem. Gracias por pasar.
EliminarUn abrazo.
Qué bonito. Así dan ganas de seguir viajando.
ResponderEliminarUn beso grande.
Gracias por dejar tu huella amiga.
EliminarAbrazos.
¡Hola, Conchi!
ResponderEliminarLa construcción de la muralla de Tarragona, la veo casi normal, porque de halla en el Mediterráneo y es muy probable que se buscara una protección. Pero la de Toledo, está en mitad del territorio español… ¿Era para que no entren los moros?
Recuerdo en este momento, alguna vez, haber ido con mi familia a conocer la muralla de Béjar, había un restaurante… de nombre “abrasador” …
Magnífica información, Conchi, mil gracias.
Cordiales saludos.
Hola Rud, en España son muchos lo lugares donde hay murallas, pero todas se hacían servir para el defenderse de los enemigos.
EliminarAbrazos.
Cuánto se aprende leyéndote.
ResponderEliminarGracias por compartir ❤️👏👏👏👏
Gracias a ti por venir Galilea.
EliminarAbrazos.
¡Hola, Conchi! Que bonita e interesante entrada, gran documentación, uno de nuestros viajes fue a Salamanca y pudimos visitarla fue increíble y visitamos también Ávila entre otros sitios, que bonita e interesante es España
ResponderEliminarun abrazo
Me encanta que te guste Lola, gracias.
EliminarBesos.
Las de Toledo son una pasada, una ciudad resguardada de su muralla
ResponderEliminarAsí es Sole, gracias por venir.
EliminarUn abrazo.
Tu post super didáctico, como siempre ha sido un placer volver a leerte. Un gran abrazo.
ResponderEliminarHola Enca! El placer es mío por tu visita, gracias.
EliminarBesos.
Las murallas siempre ejercen cierta fascinación. El misterio las rodea. Un abrazo
ResponderEliminarLa historia nos cuenta mucho sobre ellas pero si sus piedras hablaran aún conoceríamos más. Gracias.
EliminarAbrazos.
Great blog
ResponderEliminarMuchas gracias Rajani.
EliminarSaluditos.
Please read my post
ResponderEliminar¡Hola Conchi! Una excelente entrada, la has detallado y orientado para el que quiera visitarlas.
ResponderEliminarFeliz tarde. Bstes.
Hola Emma! Visitarlas es una delicia. Gracias por tu paso.
EliminarAbrazos.
¡Qué interesantes estas murallas! y cuánta antigüedad hay en ellas, estimada Conchi. Gracias por compartir algo más de historia de la bella España- Un abrazo.
ResponderEliminarQuerida Ingrid, encantada de compartir con todos vosotros. Gracias.
EliminarAbrazos.
Gracias, Conchi, por esta nueva entrega de famosas murallas españolas, que cada vez que las veo me acuerdo más de la que cercaba Sevilla y que se fue derribando poco a poco hasta dejar como muestra tan solo el lienzo de la Macarena. Una pena.
ResponderEliminarBonito trabajo como siempre.
Un beso.
Buenos días Manuel, como bien dices, es una pena que en algunas ciudades se hayan perdido estructuras tan importantes. Gracias por tu visita amigo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay tantas ciudades amuralladas, l estaban y ahora se reconquistan muchas, que es un problema decidirse por alguna. La de Tarragona,s in embargo, mo es del medievo, si no romana, lo que la hace especial. Bueno.... parte de la Zaragoza, por ciero...también.
ResponderEliminarUn abrazo
grandiosa tu entrada
ResponderEliminarFascinantes !! Beso
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