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lunes, 30 de septiembre de 2024

Arcos y puertas de interés en España I

 Arco Árabe de Ágreda


Se conoce como arco árabe de Ágreda, puerta árabe de Ágreda o arco califal de Ágreda al portón califal de arco en herradura enjarjado situado en lo que era el barrio árabe de la villa soriana de Ágreda, en Castilla y León, España. Este portón era uno de los dos accesos a la muralla árabe de Ágreda que se conservan en la actualidad, de los cuatro que había originalmente. Al igual que la muralla data del siglo X.

Arco Romano de Roda de Bará


Es un arco honorífico situado en Roda de Bará, a unos 20 km al nordeste de Tarragona (España), en la localidad de Roda de Bará. El arco está situado sobre el trazado del que fue la Vía Augusta. Fue erigido por disposición testamentaria de Lucio Licinio Sura a finales del siglo I a. C., y dedicado al emperador Augusto. Construido con opus quadratum, es un monumento de una gran sobriedad y de formas muy sencillas, que se incluye dentro del grupo de arcos de una sola apertura, por la cual discurría la vía Augusta. De planta rectangular, apoya sobre dos podios con zócalo. El cuerpo central está presidido por el arco, destacado por una arquivolta moldurada. Enmarcan el arco dos lesenas, en la parte interna, y dos lesenas de ángulo en los extremos de las fachadas principales del edificio. Estas lesenas, con bases áticas, fustes acanalados y capiteles corintios, apoyan sobre una moldura corrida que hace las funciones de plinto.

Arco Triunfal de Fernán González
El Arco de Fernán González es un gran arco triunfal de estilo herreriano localizado en la ciudad de Burgos, España. Fue levantado sobre los solares de las casas del conde castellano Fernán González para perpetuar su memoria. Realizado entre 1584 y 1587 por el maestro cantero Juan Ortega de Castañeda, consta de dos grandes cuerpos. El primero de ellos está marcado por un gran vano de medio punto flanqueado por columnas toscanas. El segundo cuerpo muestra los escudos reales, así como el de Burgos y el de Castilla, además de una cartela con un texto de Fray Luis de León que recuerda al personaje, sobre el que aparece otro vano coronado por un frontón recto.

Arco Medieval de la Estrella
El Arco de la Estrella es la principal puerta de entrada al recinto amurallado desde el siglo xv, siendo la más conocida de la ciudad medieval de Cáceres. Ante ella juraron los fueros y privilegios de la ciudad, otorgados siglos antes por Alfonso IX, los Reyes Católicos, Isabel el 30 de junio de 1477 y Fernando el 27 de febrero de 1478. La forma actual de la puerta se debe a la remodelación realizada por Manuel de Lara Churriguera en 1726, por encargo de Bernardino de Carvajal Moctezuma. En la parte externa, el arco está coronado por el escudo de Cáceres, mientras que en la interna se encuentra un templete con una imagen de Nuestra Señora de la Estrella, que da nombre al arco. Fotos bajadas de la Red, si los autores no desean que estén en este espacio les ruego me lo hagan saber y será tretiradas de inmediato. Gracias.



 

domingo, 15 de septiembre de 2024

Agua pasada

 


AGUA PASADA


Solo soy agua pasada

que ha ido a morir a tu olvido,

un caminar sin sentido...

un pedazo de la nada.


 Cuando el cielo te lloraba 

con sus gotas de tristeza,

tu eras el agua que empieza,

yo el agua que se secaba.


 Ni una situación soñada...

ni un poco de tu tormento,

ni un algo en tu sentimiento...

solo soy agua pasada.


Ya nunca llegaré a nada

en un futuro contigo;

no podré ser ni tu amigo...

solo seré agua pasada;

ni húmeda, ni mojada,

me secaste con el tiempo,

dejé en tí mi último aliento...

Solo soy agua pasada.


Autor  J.M.BRAZAL




 

       


viernes, 30 de agosto de 2024

Cantavieja

 

Cantavieja es un municipio y localidad española de la provincia de Teruel, en la comunidad autónoma de Aragón. Tiene una población de 729 habitantes (INE 2020). Cantavieja está situada en el sistema

Ibérico, junto al río Cantavieja, próxima al límite con la provincia de Castellón. Capital tradicional del Alto Maestrazgo, hoy es la capital administrativa de la comarca turolense del Maestrazgo. Está
enclavada a 1290 m sobre el nivel del mar en un paisaje abrupto con grandes barrancadas de gran valor paisajístico. Su término municipal está dividido en cuatro partidas, que cuenta con numerosas masías,
de las cuales, unas 125 están habitadas. Las masías constituían una forma de poder explotar su extenso término. En Cantavieja se localizan dos muestras de pintura rupestre: el Cerradico Casa Granja
y la Masía del Tosco. Son cuevas con grabados rupestres, pocetas y cubetas con cazoletas y canalillos cruciformes. En la Cueva de los Toros, abrigo situado a 1000 m de altitud, se han llevado a cabo
campañas de excavaciones en 1984 y 2004. En la secuencia estratigráfica aparecieron, en un primer nivel, cubetas circulares —posiblemente hogares—cuya datación es neolítica de hace unos 5880
años. En un segundo nivel se encontraron raspadores sobre lámina, algunos buriles y un relativamente importante lote de laminitas y puntitas de dorso, material que se ha adscrito al magdaleniense. Un tercer nivel, cuya datación es de hace aproximadamente 35000 años,
corresponde a un musteriense relativamente tardío. Esta última datación tiene especial relevancia ya que indica la pervivencia de Homo neanderthalensis en el Maestrazgo turolense en momentos
tardíos, quienes coexistirían con los primeros humanos modernos (Homo sapiens) en la península ibérica. 
En la Edad Media, Cantavieja fue enclave musulmán hasta la conquista cristiana en
1169 por parte de Alfonso II de Aragón e, inicialmente, fue donada a la Orden del Santo Redentor. En 1197 ya estaba formada la encomienda, siendo su primer comendador Miguel de Luna. Durante la Baja Edad Media, Cantavieja fue cabeza de la Baylía de Cantavieja, siendo cedida el 29 de noviembre de 1212 a los caballeros templarios. Recibió su Carta Puebla de manos del maestro provincial, Folch de Montpesat, en abril de 1225. Su último comendador fue Ramón de Galliner, en 1307, y al año siguiente fue asediada varios meses hasta su rendición al ser anulada la Orden. En 1317, la villa pasó a
ser posesión de la Orden de San Juan de Jerusalén tras la desaparición de la Orden del Temple, ya que todos los lugares y bienes de los templarios en Aragón fueron unidos e incorporados a la
Orden de San Juan, saliendo ésta muy acrecentada y enriquecida. El
comercio de lana y la ganadería hicieron que durante el siglo xviii Cantavieja prosperara económicamente. Son de este siglo algunos de los principales edificios que se conservan, como la ermita de Loreto (1700) y el Hospital de San Roque (1775). Asimismo, en 1745 se amplió la iglesia parroquial de la Asunción. La villa siguió dependiendo de la Orden del Hospital hasta el siglo xix, cuando con las desamortizaciones se crearon los ayuntamientos. Cantavieja se constituyó como ayuntamiento en 1834, formando parte del partido judicial de Castellote, para incorporarse en 1965 al partido judicial de Alcañiz. Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio, les ruego me lo hagan saber y serán retiradas de inmediato. Gracias.



lunes, 1 de julio de 2024

¡FELICES VACACIONES!

 

Queridos amigos, un año más os doy las gracias por vuestras visitas y comentario que me animan tanto para seguir con gana buscando siempre lugares que os gusten. Ahora toca hacer un descanso. Con estas fotografías de mi querida Barcelona, os deseo unas felices vacaciones de verano. 

¡Hasta septiembre amigos! 

viernes, 14 de junio de 2024

Monasterio de Santa María la Real de Huerta

 

El monasterio de Santa María la Real de Huerta es un cenobio cisterciense que se encuentra en la localidad de Santa María de Huerta, provincia de Soria (España). Son tierras de la antigua
frontera castellana entre el reino de Castilla y el de Aragón. El monasterio se construyó entre los siglos XII y XVI. Su fundación se debe al rey Alfonso VII, en cumplimiento de una promesa que hizo
en el cerco de Coria. Para este proyecto, el rey trajo en 1142, desde la abadía de Berdoues en Gascuña (Francia), una comunidad de monjes cistercienses, con su abad Rodulfo, que se alojó en un
edificio muy pobre construido en un paraje llamado Cántabos, situado en el municipio de Fuentelmonge. El lugar elegido tenía escasez de agua y se decidió un traslado a las tierras cercanas al río
Jalón, que se llevó a cabo en 1162. San Martín de Hinojosa fue el cuarto abad del cenobio. Fue nombrado obispo de Sigüenza pero renunció y regresó al monasterio, donde hizo grandes obras y
transformaciones hasta convertir el primitivo edificio en otro de mayores dimensiones y de verdaderos rasgos cistercienses, que todavía perdura. Alfonso VIII de Castilla puso la primera piedra de
esta nueva construcción el 20 de marzo de 1179. Se cree que las obras fueron realizadas bajo la dirección del maestro de la catedral de Sigüenza. Avanzaron muy deprisa gracias a la protección real y a
las abundantes donaciones. Uno de los grandes patrocinadores de este monasterio fue el arzobispo de Toledo, Rodrigo Ximénez de Rada, sobrino de Martín de Hinojosa. En su testamento firmado en
París en abril de 1201 dispuso que lo enterraran en dicho monasterio. A lo largo de los años este centro recibió muchas donaciones y limosnas, enriqueciendo constantemente su patrimonio. Muchos de
los concilios de la Orden del Císter se celebraron en este lugar. Patrocinadores importantes fueron los señores de Molina que eligieron el monasterio para su sepultura, incluyendo al primer titular
del señorío, el conde Manrique Pérez de Lara, así como su hijo Pedro, ambos enterrados, junto con otros miembros de su linaje, en el panteón de los condes de Molina ubicado en el claustro gótico.
También fueron bienhechores del monasterio los reyes de Aragón Alfonso II y Pedro II. En 1215, Martín Muñoz, mayordomo mayor de Enrique I y sobrino del abad Martín de Finojosa, costeó las obras del refectorio. En el siglo XVI obtuvo ayudas y beneficios de Carlos
I y Felipe II. Se levantaron otras construcciones y se agrandó el complejo monástico. En 1833, con arreglo a la Desamortización de Mendizábal, fueron expulsados los monjes y sólo quedó la iglesia como parroquia. Enrique de Aguilera y Gamboa, marqués Cerralbo, hizo un estudio exhaustivo de todo el monumento, haciéndose cargo de dar a conocer toda la historia y el inventario de las obras de arte. Gracias a su labor, este monasterio pudo salvarse de la ruina total. En 1882 fue declarado monumento nacional. Desde 1930 reside en el monasterio una comunidad de monjes de la Orden Cisterciense de la Estrecha
Observancia (OCSO). En la actualidad la comunidad está formada por unos 24 hermanos, y el Abad del monasterio es Dom Isidoro María Anguita. Todas las dependencias del monasterio (iglesia, claustro, huerta, panera (silo), bodegas, almacenes, campos de labor,
etc.) están rodeadas de un muro con ocho cubos almenados. En el siglo XVI se rehízo la entrada ennobleciendo la puerta en cuyo frontón puede verse una imagen de la Virgen. En 1771 la puerta fue
agrandada con un cuerpo superior que presenta otro frontón adornado con la jarra de azucenas, símbolo de pureza relacionado siempre con la Virgen María. La puerta da acceso a un atrio o plaza donde se encuentra a la izquierda la casa curato que en origen fue celda abacial, portería general y mayordomía. Enfrente está la fachada de la iglesia con un gran rosetón cuyos radios son columnillas, y una puerta de arco apuntado con molduras lisas y molduras de dientes de sierra. Los edificios que fueron monasterio propiamente dicho fueron construidos en el siglo XVI y sólo se conserva de finales del XII la cilla, el refectorio de conversos y la iglesia, con algunas modificaciones de otros siglos y reconstruida y recuperada recientemente. Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio, les ruego me lo hagan saber y serán retiradas de inmediato, gracias.



jueves, 30 de mayo de 2024

Itálica (Santiponce)

 

Itálica es una antigua ciudad romana situada en el actual término municipal de Santiponce (Sevilla), en Andalucía. La ciudad romana fue fundada en el año 206 a.C., en un hábitat indígena de la Turdetania que se remonta al menos al siglo IV a.C. Dentro de su
término hay yacimientos y edificios de su ocupación muy anterior, entre ellos argáricos y griegos. Durante la etapa republicana fue una ciudad importante, y mucho más en la época imperial, aun cuando nunca fue capital de provincia ni de convento jurídico. A pesar de la
creencia general de que fue abandonada hacia el siglo IV, lo cierto es que sólo se abandonó la ampliación adrianea, replegándose la ciudad hacia algo más de su extensión primitiva, bajo el actual casco de Santiponce, donde continuó una vida de cierto prestigio en el Bajo
Imperio y la época visigoda. Son numerosos los restos de esta época, y consta que sus murallas fueron restauradas por Leovigildo en el año 583 en el marco de sus luchas contra Hermenegildo. Otra buena muestra de esta pervivencia y prestigio, al menos hasta el final del
siglo VII, es la presencia de obispos italicenses en varios concilios cristianos, siendo el último en el que se documenta uno de ellos, un tal Cuniuldo, el XVI de Toledo, en el año 693. Itálica llegó aún viva a la época musulmana, cuando varios autores árabes la mencionan
con el nombre de "Talikah/Taliqa" y existen algunos personajes conocidos con la nisba "al-Talikí" (también, aunque menos, han aparecido restos arqueológicos). De tal modo que no es hasta el siglo XII cuando debió de ser realmente abandonada, pasando a ser un
despoblado, llamado por los cristianos "Campos de Tal(i)ca" y también "Sevilla la Vieja". La historiografía moderna, desde Ocampo y Morales en el siglo XVI, siempre fue consciente de la importancia de la ciudad, así como del nacimiento  en ella de tres emperadores:
Trajano, Adriano y Teodosio, cantados por Rodrigo Caro en su famosa Canción (a los que aún habría que sumar al hijo mayor de éste, Arcadio)  Las ruinas fueron objeto de visita, admiración y desolación, de numerosos viajeros extranjeros, que dejaron por
escrito, y a veces dibujadas, sus impresiones. Todo su prestigio, historia y fama no bastaron, sin embargo, para salvarla de ser objeto de continuado expolio, y una permanente cantera de materiales desde la época árabe, incluso en la época ilustrada. En 1740 el
Ayuntamiento de Sevilla ordenó derruir los muros del anfiteatro para construir un dique en el Guadalquivir, y en 1796 aún se volaron zonas de la primitiva vetus urbs para construir el nuevo Camino Real de Extremadura. La primera norma legal de protección del
yacimiento se produjo el 9 de febrero de 1810, bajo la ocupación napoleónica, ordenando devolverle su viejo nombre de Itálica, y destinando un presupuesto anual para excavaciones regulares, que, sin embargo, no se llegaron a materializar hasta 1839-1840, y
debidas al empeño de un simple y desconocido funcionario. En 1873 los expolios seguían siendo vandálicos. Por Real Orden de 13 de diciembre de 1912 Itálica fue declarada Monumento Nacional, pero, tras otras normas menores, no ha sido hasta el Decreto 7/2001, de 9
de enero, de la Junta de Andalucía, cuando se han delimitado claramente la zona arqueológica de Itálica y los ámbitos de su protección efectiva. Sus ruinas son hoy un principal atractivo turístico a 7 km al norte de Sevilla y se está retomando su protección
con técnicas científicas de última generación. Itálica fue la primera ciudad romana fundada en Hispania y también fuera de territorio italiano. Al finalizar la Segunda Guerra Púnica en Hispania, Publio Cornelio Escipión el Africano asentó a los soldados heridos en una
ciudad turdetana preexistente -cuyo nombre original se desconoce-, en la zona alta del Aljarafe, en la ribera oeste del río Baetis, ubicada a medio camino entre las también ciudades turdetanas de Hispalis (Sevilla) e Ilipa (Alcalá del Río, SE), y seguramente portuaria. El texto de Apiano de Alejandría donde esto se relata, (Iberiké, 38) permite deducir que la procedencia de dichos soldados era fundamentalmente italiana, esto es, de unidades auxiliares itálicas, y de ahí el nombre elegido por Escipión: “Fue en esta época, poco antes de la Olimpíada 144, cuando los romanos comenzaron a enviar cada año a las naciones conquistadas de Hispania dos pretores, en calidad de gobernadores o supervisores del
mantenimiento de la paz. Escipión dejó allí un pequeño ejército, el más propio de un tiempo de paz, y avecindó a los soldados heridos en una ciudad que, del nombre de Italia, llamó “Itálica”: ésta fue la patria de Trajano y de Adriano, que más tarde llegaron a ser
emperadores de los romanos. Escipión por su parte regresó a Roma con una gran flota, magníficamente engalanada, y llena de cautivos, plata, armas y toda clase de botines. Posiblemente el estatuto jurídico de la ciudad, al poco de su fundación, fue el de colonia Latina, y la
planta de la ciudad original ya de tipo campamental (hipodámico), como era la costumbre en las colonias militares de la época en la propia Italia. Debió de ser al final de la última estancia en Hispania de Julio César, en el año 45 a.C., cuando Itálica obtuvo de él el status
jurídico de municipium civium Romanorum, posiblemente como recompensa por el apoyo de la ciudad frente a Pompeyo en la reciente guerra civil, aunque no acuñará moneda como tal hasta época de Augusto, cuando se creó una ceca donde eran acuñadas
monedas de bronce de distintos valores, con la efigie de Augusto y posteriormente de Tiberio en el anverso, mientras los reversos de estas amonedaciones son excepcionales en el panorama de las hispanas debido a la gran "romanidad" de sus temas. La ciudad alcanzó su periodo de mayor esplendor a finales del siglo I y durante
el siglo II, desde los reinados de Trajano y Adriano, los dos nacidos en Itálica, lo que reforzaría mucho el indudable prestigio que ya tenía en Roma la vetusta colonia hispana. Ambos emperadores, que sin duda debieron en buena parte su ascenso al trono al importante grupo de presión hispano existente en el senado romano desde al menos la
época de Claudio y Nerón, fueron particularmente generosos con su ciudad natal, ampliándola y revitalizando su economía. Adriano fue quien le otorgó el rango de colonia después de que los habitantes se lo solicitaran, el emperador además la embelleció con excelentes edificios públicos. Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio, les ruego me lo hagan saber y serán retiradas de inmediato. Gracias.