Valverde de los Arroyos es un municipio español situado en la provincia de Guadalajara, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. Destaca por el uso de la arquitectura negra en sus construcciones, caracterizada por el empleo de la pizarra. Este tipo de arquitectura es aplicable a todo
tipo de construcciones, tanto viviendas como cerramientos y delimitaciones agrícolas y ganaderas, tainas para el ganado, caminos, puentes, etcétera. La pizarra es el elemento estructural fundamental en las construcciones de este tipo de arquitectura, sirviendo para cubiertas y
paramentos. El uso de la pizarra provoca que sus pueblos presenten un aspecto negruzco en sus vistas. Estas construcciones se asientan en prados formando pequeños núcleos o grupos aislados de elementos auxiliares. Los elementos más peculiares y llamativos de la arquitectura
negra son las pequeñas edificaciones usadas para guardar el material tanto agrícola como ganadero y las tainas y las majadas utilizadas como cobertizos para el ganado en lugares aislados en la montaña. Estos elementos junto con las viviendas y los edificios comunitarios constituyen todo
el elenco arquitectónico. Son las viviendas los edificios más elaborados con múltiples recursos para la utilidad y comodidad de los habitantes de una zona que sufre de un clima de montaña muy frío y tendente a las nevadas. La vivienda representa el elemento constructivo más
importante de la arquitectura negra. Se adaptan a las duras condiciones climáticas que tienen que soportar sus inquilinos, sobre todo, en invierno. Tradicionalmente las viviendas se han mezclado con unas dependencias para los animales domésticos, quedando normalmente la planta baja
separada en dos dependencias: una para ovejas, vacas, cabras y gallinas y, otra, para sus dueños; en la planta alta se almacenan reservas de alimentos, paja y leña que permitan sobrevivir los meses más crudos del invierno. Los recursos disponibles hacen que su construcción se base en la pizarra, el barro y la madera, ya sea de roble, pino, chopo u olmo, según la zona en la que se encuentra la vivienda. Los volúmenes compactos de estas construcciones sólo se abren al exterior con ventanales muy pequeños en la fachada sur que responden únicamente a un mínimo de ventilación e iluminación de la estancia. El resto de las fachadas quedan ciegas por no recibir a penas luz solar durante buena parte del año. Estos ventanales y la puerta de acceso que se abren en la fachada sur se recuadran con grandes refuerzos de madera. La construcción de la vivienda
comienza con la ejecución de los muros sobre el terreno asentando pizarra sobre barro y cantos rodados, mezclados con paja, consiguiendo un espesor de unos cincuenta o sesenta centímetros. Los tabiques interiores se construyen con armazón de palos verticales, llamados colondas, entre los que se colocan adobes. La estructura interior se realiza a base de postes sobre los que se sitúan las vigas horizontales. Sobre los muros descansan las vigas horizontales de los forjados y, sobre ellas, el entablado del piso superior. La planta superior se construye con postes
de distintos tamaños, según la inclinación de la cubierta, que soportan tanto las vigas longitudinales, llamadas sopandas, como la viga de la cumbrera de la cubierta, normalmente paralela a la fachada. Sobre las sopandas se apoyan los cuartones que forman los faldones de la
cubierta, construida con lajas de pizarra extendidas sobre una capa de barro mezclado con paja para dar mayor consistencia, soportada por un entablado asentado en los cuartones. Normalmente las viviendas presentan cubiertas a dos aguas, siendo el faldón de la parte norte, que se
extiende diagonalmente desde la parte más alta de la vivienda hasta casi el suelo mostrando un desnivel ciertamente pronunciado, de mucho mayor tamaño que el de la parte sur, permitiendo así la extensión de la fachada meridional. En muchas ocasiones, la vivienda carece de
faldón en la parte sur. Bajo la cubierta, en el piso superior, se sitúa el desván que se llena de alimentos, paja, forrajes y leña en los meses más crudos del invierno. En la planta baja residen habitualmente el ganado y los moradores separados en dos estancias. Una sola puerta sirve de entrada tanto para animales domésticos como para sus dueños. La puerta se sitúa siempre en la fachada sur y se cubre por un pequeño tejado independiente o por la prolongación de la cubierta. Está hecha o bien de una sola hoja de madera labrada con hacha, o bien de hoja partida horizontalmente en dos mitades. Por ella se accede al zaguán, solado con lajas de pizarra y provisto de poyos adosados a las paredes. Desde aquí se accede, por un lado, a la cuadra, por otro, a los dormitorios, por unas escaleras se asciende al desván y como habitáculo central de la casa, la cocina, que sirve, aparte de lugar donde preparar los alimentos, como sala de estar, comedor y recibidor y, además, en ella se encuentra el horno para el pan y, con ello, la chimenea que es, también, donde cura la matanza. Entre los edificios comunitarios destaca la iglesia,
mostrando también su singularidad dentro del estilo de la arquitectura negra. Muchos de estos edificios se encuadran arquitectónicamente dentro del románico, pese a que la mayoría de ellos se construyeron posteriormente, siguiendo trazados muy simples. En el término municipal se encuentran las chorreras de Despeñalagua, una cascada con una caída de más de cien metros de altura.Fotos bajadas de Internet, si los autores no desean que estén en este espacio ruego me lo hagan saber y serán quitadas de inmediato. Gracias.