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viernes, 20 de julio de 2012

La leyenda de la Princesa


LA LEYENDA DE LA MORA ENCANTADA

Hace muchos años, vivía en Medina Bahiga , hoy Priego de Córdoba un Rey moro que habitaba en el castillo. Este Rey tenía una hija bellísima, morena de ojos verdes con largos y hermosos cabellos negros, a la que gustaba cada noche peinar para desenredarse sus cabellos. 
Al regreso de los baños, un día, por la calle Real, del barrio de la villa,los bellísimos ojos de la princesa, se cruzaron con los humildes ojos de un campesino joven y hermoso, que subía de las huertas de la Joya cargado con un gran canaston de peros Ruises, la princesa, en es momento se estremeció de amores por el joven, hasta caer rendida de emoción al suelo. Rápidamente acudió el joven y las damas de compañía para socorrer a la desvalida princesa, una vez respuesta la real dama, ofreció al joven un suave beso que sonrojo la tez del campesino. Cuando esta noticia llegó a oídos de Rey la mandó llamar y le prohibió tajantemente que volviese a ver un joven tan inadecuado para su realeza, a lo que la joven se reveló diciendo - Prefiero estar penando en prisión, que no volver a verle mas. El Rey mandó encerrar a su hija en la torre que existía en las afueras de la ciudad, en lo que se llamaba "La puerta de camino de la Joya" a donde fue conducida por tres guardias.
Por aquellos días, un Rey Cristiano llegado desde el norte, llamado Fernando III el Santo se hallaba sitiando la ciudad allá por los campos próximos a la ciudad. El Rey cristiano mandó embajadores para hablar con el Rey moro de la ciudad de Medina Bahiga, rogándole que rindiera la plaza, a lo cual contestó con la más rotunda de las negativas posibles.
Así que el Rey Cristiano, preparó el asedio, las tropas cristianas que doblaban las de los moros, lograron tras una dura batalla, hacerse con el dominio de la ciudad.
El Rey y todos los habitantes del castillo fueron pasados a cuchillo y fue saqueada la cuidad hasta el extremo que nadie quedó vivo.
Quizás nadie se acordó de aquella joven tan bella, hija del Rey que quedó para siempre presa en la torre por el castigo de su padre, allí pereció y nunca mas se supo nada de ella, o casi nada.
Desde entonces algo pasa por ese  lugar cada noche de San Juan en el solsticio de verano. Dicen algunos antiguos, que si tienes valor y no tienes miedo, a eso de las doce de la noche y a los pies de ese gran álamo, se aparece la figura espectral de una bellisima dama cubierta de ricas vestiduras, se acerca hasta el nacimiento del agua, se sienta en silencio y con un peine de oro en su mano, peina incansablemente sus largos y hermosos cabellos negros. Todo el que la ve, coincide en decir que su cara tiene una mirada de tristeza, allí sentada espera hasta la salida del Sol, a que algun joven campesino de bellos ojos se acerque al lugar para contemplar su belleza.¡quien sabe si sigue buscando al joven campesino de su juventud.
Dice la vieja leyenda,que cuando esto ocurre, la princesa Mora suele hacer al joven la siguiente pregunta ¿Según tu y tus brillantes ojos? ¿Quien es más bello de lo que puedes ver, mi peine de oro o yo?. Cuentan que nunca nadie dijo que era el peine de oro lo más bello de la espectral aparición, al decirlo así salvaron su alma, ya que si hubieran dicho que el peine, su alma se hubiera condenado para la eternidad. De esta manera salvaron el alma de la princesa Mora encantada por los siglos de los siglos y condenada a salir de su prisión, cada noche de San Juan.


1 comentario:

  1. Impresionante. Tu pueblo es una maravilla en eso de las leyenda misteriosas y de amores. Me encanta

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